Desde que inició la contingencia sanitaria por el COVID-19, uno de los primeros sectores en cerrar fue el de bares y centros nocturnos. A la fecha, cuatro meses después, aún no hay fecha para una reapertura oficial, por lo que los trabajadores han estado sin sueldo y viviendo de sus ahorros.
“No se ve para cuando vayan a querer dejarnos abrir y sabemos que es muy difícil que el gobierno nos quiera recibir. Yo siento que están minimizando el problema, porque estamos hablando de alrededor de 10 mil a 15 mil personas que dependemos de este tipo de trabajo, eso sin contar de los taxistas, boleros, músicos, proveedores, ellos piensan que somos un pequeño grupo”, declaró Agustín Lara Méndez, capitán de mesero en uno de estos establecimientos.
El llamado de todos los trabajadores es hacia el Gobierno del Estado porque, aunque este sector se encuentre en pausa, no es así en los gastos de agua, luz, vivienda y alimentos; sin contar los recortes de personal que se han suscitado debido a la falta de ingresos.
Cabe recordar que hace algunas semanas, diversos bares anunciaron su reapertura bajo las medidas que exige la Secretaría de Salud, pero tras un fin de semana tuvieron que cerrar nuevamente, debido a advertencias de autoridades. Sólo permanecen abiertos -y al 25 por ciento de su capacidad- los que funcionen como restaurantes.