Agustin Luckner es un haitiano que llegó a Baja California en busca de mejores oportunidades de vida, instalándose finalmente en Rosarito como mecánico automotriz.
Sin embargo, su mayor meta es poder traer a su hijo, Agustin Peterslow, a la entidad, pues el menor se encuentra desde 2019 en un centro de migrantes infantil de Panamá.
Esta situación, en la que los padres viajan a otros países con la esperanza de buscar una mejor calidad de vida no sólo para ellos, sino para su familia, es una que constantemente se presenta; especialmente en Baja California, donde por ejemplo ya existe una comunidad que se ha denominado como la Nueva Haití.
Por el momento, Luckner está ahorrando para poder ir por su hijo y conseguir los trámites para que también resida en México, pues como éste no cuenta con documentación legal para viajar, espera solicitar ayuda de la Embajada de México en Pánama.