Baja California es considerado uno de los estados con alta incidencia de inseguridad. En los últimos años, el incremento de agresiones a mujeres ha aumentado considerablemente, por ello, en Tijuana se han generado estrategias como el Punto Naranja que contribuye al resguardo, orientación, canalización de mujeres y niñas ante amenazas o peligro por violencia de género.
La propuesta surgió por ONU Mujeres, al establecer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, el día 25 de noviembre del 2000, por ello, esta iniciativa se extendió a nivel nacional, en los estados que concentran mayor recrudecimiento de violencia, desapariciones y crímenes hacia las féminas en Ciudad de México, Guanajuato, Chihuahua, Chiapas, Durango, Guerrero, Quintana Roo, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y Toluca.
Cabe destacar, que en los últimos 25 años, en México, el feminicidio ha alcanzado proporciones alarmantes. Más de 35 mil decesos de mujeres con presunción de homicidio, que no son exclusivos de relaciones de pareja o a causa del crimen organizado se ha contabilizado.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, hecha por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 63 de cada 100 mujeres de 15 años de edad, han sido víctimas de algún incidente de violencia a lo largo de su vida; el 27% de estas y de mayor rango de edad, al menos enfrentó un incidente intimidatorio (emocional, económico, físico o sexual) ejercido por sus parejas.
Por ello, en la ciudad desde septiembre del 2018, a través del Instituto Municipal de la Mujer (Immujer) se presentó la estrategia denominada Punto Naranja, que consiste en sumar a los distintos sectores de la ciudad (comercios, empresas, instituciones y organizaciones civiles) para que apoyen, orienten y canalicen a niñas, adolescentes y mujeres por hechos de violencia de género.
Al conocer la magnitud de esta cruzada, el Instituto Frontera, ubicado en el primer cuadro de la ciudad, fue el primer organismo en asumir el compromiso de capacitarse en prevención, instalación de cámaras de seguridad y colocación de un botón de pánico para brindar apoyo y protección a mujeres ante algún tipo de ataque o amenaza.
Un Punto Naranja es un espacio seguro, que recibe a aquellas mujeres que sean víctimas de acoso sexual y violencia. Las zonas específicas pueden ser comercios, bibliotecas, escuelas, gasolineras, supermercados, restaurantes, entre otros, que están dotados con una guía informativa para brindar apoyo, así como los números de emergencia para canalización con las autoridades.
Son tres bases de acción que deben ser cumplidas por los organismos y establecimientos que asuman el reto; la primera es poner un alto a la violencia contra las mujeres y niñas. La segunda es ser un primer apoyo de las víctimas y la tercera acción es promover la movilidad segura y el desarrollo igualitario de todas las personas.
Actualmente, en Tijuana se han instalado 278 espacios de prevención en las distintas gasolineras Rendichicas, en las estaciones de Bomberos ubicadas en Playas, Obrera, Sánchez Taboada, Altabrisa, Ermita, bulevar Manuel J. Clouthier, Ciudad Industrial Limón Padilla, El Dorado, Parque Industrial Florido, El Refugio, Natura, Emiliano Zapata, Parajes del Valle, San Antonio y oficinas administrativas de Bomberos.
También se ubican en el Club de Leones Tijuana Río, A.C., Mercado La Voz del Pueblo, Cine Tonalá Tijuana, Praga Café Bistro en la delegación Centro, así como en las asociaciones civiles Colectivo Entre Amigas, Instituto Altazor, Vía Corporativo, Casa de las Ideas Oficial; en el Parque Morelos, Estaciones del SITT, entre otros establecimientos.
Estos lugares estratégicos tienen como objetivo específico sensibilizar a las y los comerciantes en materia de prevención de violencia de género, el derecho a la movilidad y tránsito seguro para las mujeres; además, el Instituto de la Mujer brinda capacitación constante e información impresa a los establecimientos, para que cuenten con las herramientas para una canalización efectiva, así se crea un compromiso entre la iniciativa privada y Gobierno para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género.
Los establecimientos interesados en sumarse a esta estrategia de seguridad, reciben capacitación y sensibilización en temas de prevención de la violencia, cómo actuar en caso de un incidente, cómo promover acciones para erradicar la violencia contra las mujeres en el entorno laboral y comunitario, fomento a la prevención, atención y eliminación de actos intimidatorios.
Posterior a recibir la formación adecuada se establece el compromiso público para informar qué es un Punto Naranja por medio de folletos y señalización, así como extender la invitación a otros establecimientos para que se sumen a estas acciones a favor de las mujeres y las niñas y contribuir a que disminuyan los actos de violencia.
Cuando se activa el Punto Naranja, el establecimiento coloca un engomado con el logo en una parte visible para que las mujeres en situación de vulnerabilidad lo puedan identificar; cabe aclarar, que no es exclusivo solo para mujeres, sino para todos los ciudadanos que se encuentren en situación de riesgo y necesiten apoyo de las autoridades para que atiendan el caso en tiempo y forma.