Dos familias más, una de nueve integrantes, donde se incluye un bebé, y otra de seis, aceptaron el apoyo otorgado por la Alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez para regresar a sus lugares de origen o con familiares, al reconocer que permanecer en Tijuana no es opción para conseguir el asilo político en los Estados Unidos.
La familia Roque Escamilla tiene 32 años de casados y las experiencias a través de los años les han marcado su vida. En Michoacán, de donde son originarios, creyeron fielmente en las personas que le ayudaron con la diálisis de su hijo mayor, sin pensar que a cambio, reclutarían a tres de sus hijos en actividades ilícitas.
Sergio Roque Quirino recordó que sus hijos huyeron, al igual que él, su esposa y nietos, cuando después de esconderse en un cerro y tratar de regresar a casa por algunas cosas, observaron cómo quemaron su casa; así que huyeron de madrugada y con algunos ahorros y pedir limosna, se fueron a Guadalajara y luego llegaron a la ciudad fronteriza.
Los nueve integrantes, quienes desde julio se asentaron en el campamento del Chaparral, han pasado frío, hambre, enfermedades, perdido clases y desilusiones, lo que ocasionó que le tomaran la palabra a la Alcaldesa para regresar no a su lugar de origen, pero si con algunos de sus familiares en el centro del país, solo que tendrán que separarse.
Su hija y su esposo Armando junto con Cinthya de 13, Sergio de 12, Kevin de ocho y Tadeo de un año se trasladan a un punto, mientras que el señor Sergio y su esposa, se mudarán a otra parte del país a buscar una nueva oportunidad de vivir y de trabajar en la construcción, a lo cual se ha dedicado siempre.
El titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM), Enrique Lucero Vázquez, apoyó también a una familia de seis integrantes más que decidieron dejar el campamento donde se dieron cuenta que permanecer ahí, no les facilitará ningún acceso hacia el vecino país. A la fecha, suman 59 los que han aceptado la ayuda del XXlV Ayuntamiento.