Vila tiene 10 años, es un migrante de nacionalidad haitiana, que vive junto a su familia en la segunda pequeña Haití en Tijuana y ante las barreras del idioma es quien ayuda a niños y adultos con traducciones en criollo, su lengua materna, portugués y español, tres idiomas que domina desde que con su familia abandonó su país de origen para buscar una mejor vida. 

«Me llamo Woldes Vila y tengo 10 años, ayudó a gente que no sabe hablar español», se presentó. 

A simple vista pareciera un niño como cualquier otro, le gusta el futbol y jugar con sus amigos en los columpios, pero también es un pequeño intérprete que ama las matemáticas y estudia por su cuenta. 

«Yo le he enseñado a mi primo también a hablar, él casi no habla, así que yo le ayudo, a quien me lo pide, aprendí a hablar español en Chile y portugués en Brasil, me gusta mucho poder ayudar y me gustaría poder ir a la universidad a estudiar medicina. Las matemáticas me gustan mucho porque me ayudan a pensar, son difíciles y eso me divierte, ahorita me sé hasta la tabla del 10″, explicó.

Aunque Vila lleva ocho meses adaptándose junto a su familia a Tijuana, dice que lo que más extraña es la escuela, pues debido a su estatus migratorio en México no se le ha permitido ingresar a algún plantel educativo.

De: Aunque Vila lleva ocho meses adaptándose junto a su familia a Tijuana, dice que lo que más extraña es la escuela, pues debido a su estatus migratorio en México no se le ha permitido ingresar a algún plantel educativo.