Desde el viernes 20 de septiembre, las filas para cruzar de Estados Unidos a Tijuana por la garita de San Ysidro se han vuelto interminables, causando frustración entre los viajeros. La situación ha sido exacerbada por nuevos requisitos impuestos por las autoridades, que ahora exigen a los cruzadores una identificación vigente, además del pasaporte, así como el pago de una cuota para aquellos que no posean nacionalidad mexicana.
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha indicado en su portal que los extranjeros deben abonar el “derecho de visitante sin permiso para realizar actividades remuneradas”. Esta tarifa, que asciende a 575 pesos, incluye las estancias por turismo, lo que ha llevado a un aumento significativo en las quejas de los usuarios que buscan cruzar la frontera.