Ubicado en Cumbres del Mar, y con una inversión de 2.8 millones de pesos, el dispensario médico de la Zona Norte de Rosarito actualmente se encuentra en ruinas, ahora utilizado como refugio de personas sin casa y consumidores de droga.
Vecinos de la zona levantaron una queja porque las instalaciones han generado un problema de inseguridad, principalmente por la cantidad de personas que se reúnen en lo que hoy es un “cascarón” vandalizado y la nula vigilancia policiaca en la colonia.
“El deterioro del millonario inmueble ha sido paulatino y actualmente ya fue robado todo el cableado eléctrico, muebles de baño, puertas, ventanas, herrería y hasta parte de la estructura metálica que sostiene las paredes del lugar”.
El dispensario médico en cuestión fue inaugurado durante la administración de Javier Robles Aguirre, y aunque se realizó un acto de apertura, nunca entró en funciones.