Un grupo de seis personas más, que estaban asentadas en el Campamento El Chaparral, aceptaron el apoyo de la Alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez para regresar a Guerrero, de donde salieron con una ilusión falsa.
La joven pareja formada por Cristian Abarca y Mayra Martínez, se trasladó a la ciudad de Tijuana con su hijo Cristian de seis años de edad y su bebé de tres meses, luego de que en las noticias dijeron que había un lugar donde la gente podía llegar y pasar a los Estados Unidos para obtener asilo político, pero la realidad fue otra.
Ambos, después de permanecer por varios meses en el campamento y darse cuenta que no pueden cruzar, decidieron tomar a sus niños y regresar para trabajar en el comercio, que es a lo que se dedicaban cuando vivían en el sur del país y porque estar en el campamento no es un lugar para vivir.
Así como ellos, dos personas más decidieron regresar a sus lugares de origen, y aunque Miguel Leyva está amenazado por su cuñado, quien dijo que seguía él luego de quitarle la vida a su hermana, huyó para Tijuana porque creyó que podrían brindarle asilo en el vecino país, pero ya comprobó que no es fácil.
Miguel primero llegó a un albergue, pero como le cobraban y no traía dinero, le comentaron del Chaparral, en donde tampoco quiere estar porque no es un lugar seguro, “muchos le ponen a las sustancias…me regreso no porque quiero, sino porque me hayo en la necesidad aún sabiendo que voy a regresar al peligro; que sea la bendición de dios”, por ello aceptó la ayuda del XXlV Ayuntamiento.